lunes, 1 de agosto de 2011

Gano Macri

Algún desprevenido habrá existido en la jornada de ayer que miro con cierta expectativa el resultado electoral que se esperaba. Algún que otro optimista filmusiano habrá creído posible el milagro redentor del triunfo, como así también algún macrista pesimista se habrá asustado pensando que ocurriría con una derrota. Lo cierto es que para el resto de los mortales el resultado de la elección estaba consumado de antemano. Desde el mismo momento en que terminaba la elección de primera vuelta se sabía que Macri había resultado reelecto. ¿Como se le gana a un tipo que estuvo a dos puntos del 50% y que encima te saco 20 puntos de ventaja??. Solo algunas cabezas pueden creer que se puede, o que, presentarse a esa segunda vuelta puede ser considerado un acto “democrático”.
 
A ver, soy uno de los que defiende el respeto a las reglas establecidas. Pero un país no puede tener reglas tan disímiles. El contraste es muy fuerte cuando en una provincia como Chubut un candidato es gobernador por haber ganado por un 1% de diferencia, o Santa Fe cuando Del Sel pierde por 3% frente a Bonfatti. ¿Que hubiese pasado en una segunda vuelta en esos distritos?. En esos escenarios sin duda que una segunda vuelta se torna no solo interesante sino necesaria. No estoy en contra de los balotajes, todo lo contrario, lo que creo es que debieran tener un poco de raciocinio cuando corresponden y cuando no. No por un principio “democrático”. La democracia se da por satisfecha con el primer acto eleccionario, el segundo es buscando que el pueblo se expida con mayor precisión. Repito, justificada en casos como el de Chubut o Santa Fe, injustificado en el de CABA. No es tanto una cuestión ideológica sino más bien una cuestión económica. En un país con las deudas sociales tan manifiestas como este, utilizar una segunda vuelta (con el dinero que ello implica) como una forma de dar un mensaje político es muy cuestionable. ¿Que se busca?¿que se quiere conseguir cuando los números no daban de ninguna manera??. Todo fue una gran puesta en escena, viniendo de parte de un gobierno que se dice poner del lado de los más necesitados y se autoproclama “nacional y popular”. ¿Es nacional y popular el despilfarro de plata en una elección definida y consumada??. Yo creo que no, dista mucho de serlo y creo que en cierta medida, el abrumador resultado del balotaje refleja también ese empecinamiento casi caprichoso de Filmus de ir al balotaje sabiendose derrotado de antemano. Gastaron afiches, pauta, actos, “militancia”, la elección misma. ¿Es necesario?,¿pide eso la democracia?. Esperemos que este tipo de escenarios legales y actitudes mezquinas sean revisadas para el futuro porque nuestro tiempo, nuestra plata y nuestra energía, por más que no lo crean, VALE y mucho.