miércoles, 17 de noviembre de 2010

De Leopoldo Federico y llorones

Cambalache, este país ya da para todo. No conformes con las peleas en la Cámara de Diputados por el presupuesto, con las luchas internas y externas del kirchnerismo, ahora nos desayunamos con una nueva batalla. Esta vez entre dos tangueros. Uno consagrado y talentoso y otro intelectual, más estudioso del tango que otra cosa. Todo ocurrió porque este último, llamado Néstor Cordero, dio una opinión diciendo que Julio Sosa le había hecho mucho mal al tango. Dijo que lo tergiversó, que el tango es en esencia llorón y que vino a inventar el tango macho. No voy a analizar la veracidad o no de esta aseveración, desconozco de la materia y poco me interesa. Lo que si me llamo la atención fue la respuesta del bandoneonista. Dijo que “o se retracta, o lo expulsan o me voy yo”. Un himno a la tolerancia, a la divergencia, a la diversidad de opiniones. Reitero, no voy a evaluar la certidumbre de la afirmación de Cordero pero pedir la expulsión o forzar su retractación, eso es bien de llorón, de exponente del tango Corderesco si se me permite la licencia. El gran Leopoldo patinó pero mostró su esencia, algunos dirán que es autoritario, que si no piensan como él no merecen compartir la Academia del Tango, que se debe retractar o la muerte, pero no mostró ese autoritarismo del que se lo puede acusar. Mostró ser un fiel exponente del tango que Cordero quiere recuperar, el tango llorón. Aquél tango en que el hombre mostraba debilidad, lloraba, se quejaba y maldecía su suerte. Así se mostró Leopoldo Federico, como un auténtico tanguero, llorón, indefenso e inseguro. Por ello la discusión es estéril, porque Cordero quería más tango llorón y Leopoldo Federico, sin querer queriendo, se lo dio. Todos felices y el mundo sigue girando. Aunque haciendo alarde de mis dotes de futurología pronostico que en las próximas horas saldrá el filósofo Cordero a decir que se lo malinterpretó y que quizo decir otra cosa. Leopoldo aceptará la explicación y ahí el tango seguirá llorando.

2 comentarios:

  1. Según este doctor en filosofía griega: "Nadie le hizo tanto mal al tango como Julio Sosa. Es el tipo que vino a tergiversarlo. Porque el tango es llorón. ¡Y a éste justo se le viene a ocurrir inventar el tango macho! Entre los tangueros de cuño no se lo puede ni nombrar".

    ¿Julio Sosa le hizo mal al Tango? ¿El tango es llorón? ¿Sosa inventó el tango macho? ¿Qué entre los tangueros de cuño no se lo puede nombrar?

    Hace mucho tiempo que no leo tantos disparates en una sola frase. Me pregunto cómo es que Clarín presenta a Néstor Cordero como un "experto en el tango", ese fulano que reconoce haberse interesado en el Tango a partir de su exilio becado no se diferencia mucho de un finlandés al que alguna vez de grande se le dio por escuchar lo que, sin mala leche y mejor conocimiento, Lucio Arce llama "blues del sur".

    Julio Sosa se impuso acentuando el estilo recio que revitalizó al Tango en un tiempo difícil y sirvió de puente generacional. Un estilo que ya tenía su historia antes de él. Además de ser un intérprete excepcional Julio Sosa fue un poeta de delicada sensibilidad como lo demuestra su libro "Dos horas antes del alba", y su nombre es dicho con amor, orgullo, admiración y agradecimiento por cada tanguero de paladar negro.

    Carlos Gardel, Julio Sosa y Rubén Juárez son algunas de las voces y estilos que inspiran a los guerreros del Tango. Sería bueno que Clarín, en vez de malgastar espacio con los desvaríos de cualquier advenedizo finlandés, se dedique a promover a los que hacen Tango haciendo tangos.



    Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
    http://www.plumaderecha.blogspot.com
    Estado Libre Asociado de Vicente López

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  2. Ariel, muy ilustrativo tu comentario, la verdad q de tango mucho no se pero estimo q atacar a Julio Sosa es atacar al tango directamente. Saludos y gracias por tu opinión

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