viernes, 4 de diciembre de 2009

Día Nacional del boomerang

Si señores, ayer 3 de diciembre de 2009 se decretó el día nacional del boomerang. Si bien todos pensamos y tenemos una creencia asumida de que en la vida todo vuelve, pocas veces esa realidad queda tan palmariamente demostrada como ayer en la sesión de la Cámara de Diputados. 

Por primera vez en 6 años al kirchnerismo le dieron de su propia medicina. Lo atropellaron, lo llevaron por delante, lo apretaron, lo presionaron y encima hubo una "supuesta" violación del reglamento interno. Digo "supuesta" porque desconozco. Lo que denuncio ayer el kirchnerismo, personificado en la persona de un lagrimeante Agustín Rossi, fue un atropello inédito en la historia. Exageraciones al margen, me llamo poderosamente la atención como denunciaban sus propias artes y métodos. La falta de diálogo y utilización de mayorías fue moneda corriente mientras usufructuaban de una mayoría  circunstancial (como a él le gusta llamarla). Por eso me encanto la frase de Aguad cuando, en medio de infinidad de planteos de parte de Rossi, le contestó "En estos 6 años aprendí lo que es el poder de las mayorías, VOTEMOS". Cortito y conciso, lapidario. Excelente frase. 

Sin embargo, y a pesar de que saludo lo ocurrido ayer como un desagravio al Congreso, como un volver a lo que quizá todos soñamos como país y queda trunco año tras año, quiero hacer una pequeña salvedad. No quiero pasar de una dictadura de una mayoría hegemónica e uniforme oficialista a una mayoría hegemónica e uniforme de la oposición. Quiero que el Congreso sea lo que debe ser, un ámbito de debate, de intercambio, de consenso, donde ninguna mayoría atropelle a nadie y en donde se respeten las reglas de juego. Lo de ayer me pareció saludable, era necesario darle un golpe duro al oficialismo (hasta podría haber sido más duro si hubiesen querido) para bajarlo de las postrimerías del Edén a un plano terrenal y que deje de creerse omnipotente. Una vez lograda esta "victoria" no hay que equivocar el camino. Hay que demostrar que lo que se votó el 28 J es un cambio y no solo de nombres sino de formas, de manera de actuar, de manera de discutir y de manera de hacer crecer y desarrollar el país. Si vamos por la revancha con los mismos métodos vamos a tener el aplauso de mucha gente pero vamos a seguir viendo desangrar al país en batallas con victorias pírricas para cada uno de los lados. 

Espero que de una vez por todas podamos crecer con discusiones, respeto a las reglas y tengamos el país repúblicano que siempre soñamos. Un comentario al margen. Para conseguir esto tenemos que terminar de votar a gente como Sandra Mendoza, ni siquiera esta bien de la cabeza, no puede ser una representante del pueblo una mujer así, y otra cosa, no quiero más micros estacionados en 9 de julio. Lo de ayer no puede ser más tomado como medio para la utilización de la tropa social y clientelar de la Argentina que queremos terminar. Basta de estas "barras" que van por un plan, por un chori o porque los llevan de los pelos. Terminemos con eso. 

Brindo entonces porque, después de 6 años, el boomerang volvió y con toda la fuerza, ahora que lo tenemos de nuevo, no cometamos el error de tirarlo nuevamente porque nos va a pasar lo mismo, nos va a volver, pero esa vez puede darnos de lleno en la cara. 

2 comentarios:

  1. El último párrafo me dio mucha gracia, aunque estás en lo cierto!
    Muy original el post, excelente 10 como decían las profes es primaria!

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  2. Muchas gracias por tu comentario. Me quedo grande la foto del boomerang pero es lo que hay, jaja.

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