La idea me surgió al ver el fervoroso entredicho entre la Presidenta y los jueces. Sin dudas que es un despropósito lo de la presidenta, no entendiendo los conceptos vertido por Fayt y cometiendo el error de siempre correr para adelante. Pero dejando de lado las espantosas formas que tiene este gobierno realmente me gustó que, por primera vez, se ataque y se diga en voz alta unas cuantas verdades de los benditos jueces de la República. Que tienen tarifadas determinadas cuestiones, que no trabajan lo suficiente, que no pueden justificar su nivel de vida, son todos secretos a voces que nunca nadie se atrevió a denunciar o a plantear. Sin duda que la Presidenta sólo busca venganza por no haber logrado obtener fallos afines. No le voy a dar el beneficio de pensar que piensa en decir verdades. Pero al margen de esta cuestión creo que es meritorio algo de este gobierno; y aca viene la confesión brutal y vergonzosa. Este gobierno, siempre guiado por un ánimo espúreo y diferente al ideal, logró instalar en la agenda nacional temas que considero fundamentales y de un orden prioritario monumental. Logró discutir el tema del monopolio Clarín y una reforma a la Ley de Medios (no coincido en la forma ni en la intencionalidad ni en nada), también el tema de encarar una reforma política y ahora terminar con la impunidad, aunque sea mediática, de que gozaban los jueces. Todo esto fue mal hecho, mal concebido, mal armado, torpe, soez y burdo, sin embargo creo que si algo se les puede reconocer, fue que se metieron con estructuras pesadas y poderosas y eso es algo que me vino en gana reconocerles. No digo que sean cosas bien hechas, simplemente instalaron temas que siempre eran olímpicamente olvidados.
Sigo siendo un férreo opositor, enojado, crispado y muchas veces desmoralizado por la situación que nos hacen atravesar día a día. Pero, no quiero dejar de reconocer que, sin quererlo y seguramente con intenciones mezquinas, han logrado instalar temas que, quizá en un futuro, y hecho por gente proba, profesional, ética y bienintencionada puedan redundar en beneficios extraordinarios para el país. Es decir, alguien tenía que hacer el trabajo sucio y quizá la historia pueda reconocerle algo de esto a este maldito proceso kircherista, que será recordado seguramente por un vendaval de cosas negativas pero que, siendo justos, quizá logren, siempre haciendo futurismo, modificar estructuras de poder que estaban enquistadas, que eran corporativas, impunes, manipuladoras y absolutamente poderosas.
Interesante la óptica con la que encaraste la situación K, lo cual es muy difícil proviniendo de un "destituyente", es como encontrar una aguja en un pajar...
ResponderEliminarAcepto y estoy de acuerdo que muchas cuestiones que encaro este gobierno -que aborrezco- fueron buenas pero su fin y su maniobrar fue todo lo contrario. Juegan solos y de forma sucia.
Ojala que los que vengan en el 2011 o más adelante puedan lograr hacer algo bueno con todo esto. Mientras tanto agua y ajo con los K...