martes, 24 de julio de 2012

¿Cuanto debe ganar un jefe sindical?

La nota de Lanata en el Clarín del sábado fue un anticipo de lo que hizo en su programa. Tanto en una como en la otra realizó una investigación de los patrimonios, sueldos, períodos a cargo del gremio y demás cuestiones de un grupo de los denominados “gordos” de la nueva CGT “Balcarce”. Los ejemplos que uso fue el de Viviani, Lingieri, Martinez y Lescano. Mostró fastuosas casas, lujosos autos y demás cuestiones que los muestran ya no como jefes sindicales, sino como empresarios. Si bien, no es mi propósito defender a tan impresentables personajes, me surgió la duda sobre cuanto uno podría pensar que sería razonable que gane un jefe sindical de un gremio grande. En la nota se insinuaba, en tono crítico, que ganaban exponencialmente más que un trabajador de ese rubro. Aca me detengo, ¿esto es  necesariamente malo o incorrecto??, ¿es éticamente reprochable?. Creo que no, me parece bien que un sindicalista de fuste y peso este muy bien remunerado. ¿Como hace un sindicalista mal pago para sentarse en una negociación con un acaudalado empresario??,¿Como se sienta ese mismo sindicalista que gana $5.000 por mes a negociar con gente que gasta esoen una cena??, no hay igualdad en esa negociación, además, ¿no es más pasible de tentaciones?. Soy un convencido que tienen que ganar muy bien, y tiene que ser el mismo gremio el que les de todas las facilidades a sus representantes para que se ocupen de representarlos con eficiencia, eficacia y valor. Eso se logra a través de una remuneración adecuada y acorde con los temas que un dirigente de tanto peso tiene que tratar. Un dirigente gremial mal pago deja desprotegido a su gremio, también, un alto salario, es un incentivo para que los más capacitados busquen dedicarse a eso (ya que la remuneración es tentadora). En fin, creo que los sueldos de los dirigentes gremiales tienen que ser altos, tienen que vivir bien y eso no lo veo criticable. Ahora, sí es altamente criticable que sean siempre los mismos, que no haya libertad sindical, que tengan manejos tan poco transparentes de sus gremios y que sus “fortunas” no estén justificadas en un salario importante sino en “negocios” que han hecho gracias a su rol de líder sindical. Esto es lo horrible del sindicalismo peronista argentino, no el hecho de que puedan tener buenos pasares económicos. Lo esencial es modificar eso y no lo otro.

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