Hermosa contradicción de Cris

Ayer en un acto Cristina nos dejó una hermosa contradicción. Arrancó diciendo “Hay gente que está enferma de importancia. Yo siempre le pido a Dios una cosa: que nunca me enferme de importancia. Nunca te la creas”. Fantástica frase, aunque viniendo de ella le faltó agregar, “y Dios siempre me contesta que estoy muy bien así siendo la mejor de las humildes”. Sin embargo, un poco más adelante en ese discurso y hablando de Martín Redrado y una discusión que tuvo con ella por el monto del superavit comercial, el decía que iba a ser mucho menor a lo que fue, entonces él le dice, “Ah, pero eso es porque vos interveniste en la economía”, y ella le respondió desde la más absoluta humildad obviamente, “pero querido, ¿vos para que te pensas que estoy sentada acá?. Con lo cual podemos inferir que Dios no la ha escuchado y la enfermedad de la importancia ha hecho estragos en su personalidad.